Energético, antioxidante y antidepresivo. Algunas de las razones por las que no nos podemos resistir a consumirlo.

Hay estudios que aseguran que es bueno para el corazón

En el último informe realizado por Mercasa sobre la cesta de la compra de los españoles uno de los datos que quizás haya pasado más desapercibido es, en medio de una crisis que hace que cada vez compremos menos carne fresca, que uno de los productos que más ha aumentado su consumo sea el chocolate.

No es un producto de los considerados «de primera necesidad», e incluso no goza de demasiada «buena fama» en cuanto a sus propiedades dietéticas, al ser uno de los primeros productos que normalmente se eliminan de las dietas cuando se tiene la intención de perder peso. Pero aún así, según los datos del ministerio de Agricultura, ha sido el producto que más ha incrementado su porcentaje de consumo, con una cifra que alcanza el 4,7%.

Para explicar esta cifra debemos de recurrir a los numerosos beneficios de este alimento, ya sea en tableta como en forma de cacao para disolver en leche, además de su «poder energético» que muchas personas pertenecientes a la generación de la merienda «con pan y chocolate» recuerdan.

Uno de los principales motivos que nos impulsan a comer chocolate es meramente placentero, por su sabor. Aunque también posee otras cualidades que resultan beneficiosas para nuestra salud.

Debido a la presencia en su composición de la «epicatequina», el cacao es un producto con efectos antioxidantes en nuestro organismo. Otros estudios sugieren que una ingesta moderada de chocolate negro de forma diaria puede ayudar a reducir la presión sanguínea.

Si nuestra preocupación es la de engordar debido a que comemos chocolate, a diferencia de otras grasas saturadas, el ácido esteárico presente en este producto no contribuye a elevar los niveles de colesterol, e incluso podría contribuir a su reducción. Un equipo de investigadores de la Universidad de Granada ha desmontado científicamente la vieja creencia de que comer chocolate engorda. En un artículo publicado en Nutrition, sus autores han demostrado que un alto consumo de chocolate está asociado a niveles más bajos de grasa total (esto es, la grasa acumulada en todo su cuerpo) y central (abdominal), independientemente de si el sujeto practica o no actividad física y a la dieta que siga, entre otros factores.

En este trabajo, los científicos analizaron si un mayor consumo de chocolate se asocia con un mayor o menor índice de masa corporal, así como otros indicadores de grasa corporal total y central en los adolescentes que participaron en el estudio HELENA (Healthy Lifestyle in Europe by Nutrition in Adolescence).

Como explica la autora principal de este artículo, Magdalena Cuenca García, aunque el chocolate está considerado como un alimento con un alto aporte energético (al ser rico en azúcares y grasas saturadas), «recientes estudios realizados en adultos sugieren que su consumo se asocia con un menor riesgo de trastornos cardiometabólicos». De hecho, el chocolate es un alimento rico en flavonoides (especialmente catequinas), que proporcionan múltiples propiedades saludables: «es un gran antioxidante, anti-trombótico y anti-inflamatorio, tiene efectos anti-hipertensivos y puede ayudar a prevenir la cardiopatía isquémica».

Otra investigación indica que el chocolate puede ser efectivo para prevenir la tos persistente, ya que la «teobromina» presente en el cacao podría ser incluso más efectiva que la «codeína».

Otro de sus componentes beneficiosos son los «flavonoides», que contribuyen a inhibir el desarrollo de la diarrea.

Pero tampoco podemos olvidar sus efectos sobre nuestra mente, ya que el cacao es conocido por tratarse de un producto al contener sustancias que influyen sobre la química cerebral. Al ingerirlo se elevan los niveles de insulina, que conduce a todos los aminoácidos de la sangre hacia los músculos, con excepción del triptófano que va al cerebro. Allí, se transforma en serotonina, provocando en la persona que lo consume la sensación de tranquilidad.

El chocolate es un alimento clave que contribuye a nuestra felicidad: «Tiene feniletilamina, que tiene cualidades antidepresivas y también ayuda a combatir el estrés, según la doctora Olga Patiño, del Hospital Fundación Alcorcón. Además, la feniletilamina es precursor de la dopamina, que también les falta a las personas con depresión», según la médico.

Gracias al magnesio, también eleva el ánimo durante el síndrome premenstrual. Además tiene teobromina, estimulante natural de acción diurética y efectos similares a la cafeína o la anfetamina sobre el sistema nervioso central. Su gran contenido en grasas genera una plácida sensación de saciedad y los hidratos de carbono hacen llegar más oxígeno al cerebro, aportando mayor fluidez mental. El chocolate puro contiene también anandamina, que activa los mismos receptores cerebrales que la marihuana.

En definitiva, El chocolate es una fuente inagotable de energía y salud. Protector cardiovascular, previene el envejecimiento celular y levanta el ánimo de los que se declaran sus adictos.

Pese a todos estos beneficios, el consumo de chocolate debe ser controlado, ya que en muchas de sus preparaciones incluye niveles elevados de azúcar que, en este casi sí, pueden favorecer la obesidad.

¿De dónde procede el chocolate?

Lo cultivaban los mayas hace más de 2.000 años  

Hace más de 2.000 años los mayas cultivaban el árbol del cacao, cuya preciada semilla servía de alimento y moneda de cambio. Entre los aztecas era base de una fuerte bebida (xocolatl) que daba energía y vitalidad. En la mitología azteca fue Quetzalcoatl el dios que regaló esta planta a los hombres para hacerles felices.

Expulsado del paraíso, prometió regresar «por donde sale el sol» y coincidiendo con su advenimiento, quiso el azar que por allí llegará Hernán Cortés a Méjico en 1519. Moctezuma le creyó divino y, ofreciéndoselo en vaso de oro, convirtió al extremeño en el primer europeo que probaba el chocolate.

El cultivo de esta planta tropical, que crece entre los trópicos de Cáncer y Capricornio, tiene tres epicentros: África ecuatorial, América ecuatorial y el sudeste asiático.

África acapara el 70% de la producción mundial, estimada en 3,2 millones de toneladas. Sus principales productores son Costa de Marfil (39%), Ghana (16%), Indonesia (13%), Nigeria (6%), Brasil (5%) Camerún (4%) y Ecuador (3%). Los más apreciados son los americanos, mientras que los asiáticos, pálidos y menos aromáticos, se emplean para fabricar chocolate con leche.

 

Fuente: ABC

 

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