Estaban amigablemente departiendo el monarca y uno de sus ministros.

. El ministro estaba muy interesado por la evolución espiritual y practicaba asiduamente el mantra. Hablaban sobre el tema.

-¿Puedo yo elegir mi propio mantra y tendrá el mismo poder que tiene el que te ha entregado tu mentor? -preguntó el monarca.

-No -aseveró el ministro-. El mantra que proporciona el gurú es más poderoso.

-Sinceramente -declaró el rey-, no veo en absoluto ninguna razón para ello.

Entonces el ministro se volvió hacia el jefe de la guardia y le ordenó:

-Detengan a su majestad.

El jefe de la guardia no hizo el menor caso de la orden; pero el monarca, indignado ante tal atrevimiento, ordenó:

-¡Detengan a este hombre y encarcélenlo!

El jefe de la guardia mandó a sus hombres prender al ministro. Iba a ser llevado a prisión, cuando dijo:

-Señor, ¿te das cuenta? Depende de quién proceda la orden.

Relato breve.

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